Lista para empezar esta semana
DOMINGOS. Ese día que desde tiempo se considera tan importante… por un lado porque nos lo dice este libro sacro, pero por el otro porque es nuestra escusa para no trabajar sin parar. De descanso por alguien, de reconciliación con la familia por alguien más, de soledad por otros o indiferentemente rutinario por mucha gente. Para mi ha sido todo eso en solo este último año. Los domingos no hay clases, ni entrenamiento... pero si trabajos que entregar y mucho estudio. Cuando tenía la suerte de estar libre a veces conseguía volver a mi isla con mis padres y poder disfrutar de sus compañía… pero a veces no y puedes descansar... dormir hasta tarde… pero al despertar, sin nada que hacer, la soledad se empadrona de tu día. “¿Te apetece ir a bailar un ratico?” y si todo iba bien conseguía escaparme de la soledad bailando… no hay nada mejor que bailar para no pensar en cuanto te sientes sola a veces. Pero no se confundan… la soledad hay que apreciarla, porque cien veces peor sería estar con al...